El cáncer de vagina y vulva

¿QUÉ ES EL CÁNCER DE PRÓSTATA?

El cáncer de próstata es el cáncer que más afecta a los hombres (sin contar el cáncer de piel), pero a menudo puede tratarse con éxito. Ya sea que usted o un ser querido tenga cáncer de próstata, saber lo que se puede esperar podrá ser de ayuda para sobrellevar mejor la situación. Aquí usted podrá encontrar toda la información sobre esta enfermedad, incluyendo factores de riesgo, síntomas, detección y tratamiento.

Acerca del cáncer de próstata

¿Qué es el cáncer de próstata?

El cáncer de próstata se origina cuando las células de la próstata comienzan a crecer fuera de control. La próstata es una glándula que sólo tienen los hombres. Esta glándula produce parte del líquido que conforma el semen.
La próstata está debajo de la vejiga (el órgano hueco donde se almacena la orina) y delante del recto (la última parte de los intestinos). Justo detrás de la próstata se encuentran las glándulas llamadas vesículas seminales, las cuales producen la mayor parte del líquido del semen. La uretra, que es el conducto que transporta la orina y el semen fuera del cuerpo a través del pene, pasa por el centro de la próstata.

El tamaño de la próstata puede cambiar a medida que el hombre envejece. En los hombres más jóvenes, la próstata es del tamaño aproximado de una nuez. Sin embargo, puede ser mucho más grande en hombres de más edad.

Tipos de cáncer de próstata
Casi todos los cánceres de próstata son adenocarcinomas. Estos cánceres se desarrollan a partir de las células glandulares (las células que producen el líquido prostático que se agrega al semen). Otros tipos de cáncer que se pueden originar en la próstata son: Carcinomas de células pequeñas Tumores neuroendocrinos (aparte de los carcinomas de células pequeñas) Carcinomas de células transicionales Sarcomas Estos otros tipos de cáncer de próstata son poco comunes. Si a usted le dicen que tiene cáncer de próstata es casi seguro que sea un adenocarcinoma. Algunos cánceres de próstata crecen y se propagan rápidamente, pero la mayoría crece lentamente. De hecho, los estudios realizados en algunas autopsias muestran que muchos hombres de edad avanzada (e incluso algunos hombres más jóvenes) que murieron por otras causas también tenían cáncer de próstata que nunca les afectó durante sus vidas. En muchos casos, ellos no sabían, y ni siquiera sus médicos, que tenían cáncer de próstata.
Posibles afecciones precancerosas de la próstata

Algunos estudios sugieren que el cáncer de próstata comienza con una afección precancerosa, aunque esto aún no se conoce con certeza. Estas afecciones se encuentran a veces cuando se realiza una biopsia de la próstata en los hombres (extirpación de pequeños fragmentos de la próstata para detectar cáncer).

Neoplasia prostática intraepitelial

En la neoplasia prostática intraepitelial (PIN), hay cambios en la apariencia de la glándula prostática cuando se observa al microscopio, pero las células anormales no parecen invadir otras partes de la próstata (como sí lo harían las células cancerosas). Basándose en cuán anormales se ven los patrones de las células, se clasifican de la siguiente forma:

  • PIN de bajo grado: los patrones de las células de la próstata lucen casi normales
  • PIN de alto grado: los patrones de las células lucen más anormales

No se cree que la PIN de bajo grado esté relacionada con el riesgo de cáncer de próstata en un hombre. Por otro lado, se cree que la PIN de alto grado es un posible precursor del cáncer de próstata. Si le hacen una biopsia de la próstata y se encuentra una PIN de alto grado, existe una mayor probabilidad de que usted pueda desarrollar cáncer de próstata con el pasar del tiempo.

En algunos hombres la PIN ya comienza a aparecer en la próstata desde los 20  a 29 años de edad. Pero muchos hombres con PIN nunca desarrollarán cáncer de próstata.

Atrofia inflamatoria proliferativa

En la atrofia inflamatoria proliferativa (PIA), las células de la próstata lucen más pequeñas de lo normal, y hay signos de inflamación en el área. La PIA no es cáncer, pero los investigadores creen que algunas veces puede convertirse en una PIN de alto grado o tal vez directamente en cáncer de próstata.

Riesgo de cáncer de próstata

Aproximadamente uno de cada ocho hombres será diagnosticado con cáncer de próstata en el transcurso de su vida.

El cáncer de próstata es más propenso a desarrollarse en hombres de edad avanzada y en hombres de la raza negra. Alrededor de 6 de 10 casos se diagnostican en hombres de 65 años o más, y en pocas ocasiones se presenta en hombres menores de 40 años. La edad media en el momento del diagnóstico es aproximadamente 66 años.

Muertes a causa del cáncer de próstata

El cáncer de próstata es la segunda causa principal de muerte en los hombres de los Estados Unidos, después del cáncer de pulmón. Aproximadamente uno de cada 41 hombres morirá por cáncer de próstata.

El cáncer de próstata puede ser una enfermedad grave, aunque la mayoría de los hombres diagnosticados con este cáncer no muere a causa de esta enfermedad. De hecho, en los Estados Unidos, más de 3.1 millones de hombres que han sido diagnosticados con cáncer de próstata en algún momento, siguen vivos hoy en día.

¿Qué avances hay en las investigaciones sobre el cáncer de próstata?

Genética

Las nuevas investigaciones sobre cambios genéticos relacionados con el cáncer de próstata ayudan a los científicos a entender mejor cómo se origina el cáncer de próstata. Esto podría permitir la creación de medicamentos para atacar estos cambios.

Las pruebas para detectar los genes anormales del cáncer de próstata también podrían ayudar a identificar a los hombres con alto riesgo que podrían beneficiarse de pruebas de detección o de estudios clínicos de quimioprevención, los cuales  usan medicamentos para tratar de evitar que padezcan cáncer.

En los hombres ya diagnosticados con cáncer de próstata, las pruebas para detectar ciertos cambios genéticos pueden ayudar a los pacientes y a sus médicos a estimar la probabilidad de que el cáncer crezca y se propague. Esto  podría influir en la determinación de las opciones de tratamiento (ver información más adelante).

Prevención

Los investigadores continúan buscando los alimentos (o las sustancias en ellos) que pueden ayudar a disminuir el riesgo de cáncer de próstata. Los científicos han encontrado algunas sustancias (licopenos) en los tomates y en los frijoles de soya (isoflavonas) que podrían prevenir algunos cánceres de próstata. Actualmente se llevan a cabo estudios para examinar más de cerca los posibles efectos de estos componentes.

Además, los científicos están tratando de formar compuestos relacionados que sean aún más potentes y que se puedan usar como suplemento alimenticio. Sin embargo, hasta ahora la mayoría de las investigaciones sugieren que una alimentación balanceada que incluya estos alimentos, así como otras frutas y vegetales, es probablemente más beneficiosa que consumir sustancias específicas en suplementos alimenticios.

Una vitamina que podría ser importante en la prevención es la vitamina D. Algunos estudios han encontrado que los hombres con altos niveles de esta vitamina parecen tener un menor riesgo de padecer las formas más letales de cáncer de próstata. En general, sin embargo, los estudios no han encontrado que la vitamina D proteja contra el cáncer de próstata.

Algunas investigaciones han sugerido que los hombres que toman de forma habitual ciertas medicinas (como una aspirina o estatinas para reducir los niveles de colesterol) por mucho tiempo podrían presentar un menor riesgo de padecer o morir a causa de cáncer de próstata. Sin embargo, se necesita más investigación para confirmar esto y para confirmar que cualquier beneficio supera los riesgos potenciales.

Los científicos también han evaluado si ciertas medicinas hormonales conocidas como inhibidores de 5-alfa reductasa reducen el riesgo de cáncer de próstata.

Detección temprana

Los médicos concuerdan que la prueba de sangre para detectar el antígeno prostático específico no es infalible para encontrar el cáncer de próstata en sus comienzos. Esta prueba puede pasar por alto algunos cánceres, y a veces encuentra cánceres que probablemente nunca necesiten tratamiento. Los investigadores están esforzándose para establecer estrategias que atiendan este problema.

Un método consiste en tratar de mejorar la prueba que mide el nivel total de PSA.

Otro método consiste en desarrollar nuevas pruebas basadas en otras formas de PSA, u otros marcadores tumorales. Varias pruebas más nuevas parecen ser más precisas que la prueba PSA, incluyendo:

  • La prueba Índice de Salud Prostática (PHI), que combina los resultados del PSA total, PSA libre y proPSA para ayudar a determinar la probabilidad de que un hombre tenga cáncer de próstata que podría requerir tratamiento
  • La prueba 4Kscore, que combina los resultados de PSA total, PSA libre, PSA intacto y calicreína humana 2 (hK2), junto con otros factores, para ayudar a determinar la probabilidad de que un hombre tenga cáncer de próstata que podría necesitar tratamiento
  • Pruebas, como Progensa, que analiza el nivel de antígeno 3 del cáncer de próstata (PCA3) en la orina después de un examen digital del recto (DRE). Al realizar el DRE, algunas células de la próstata pasan a la orina. Mientras más alto sea el nivel, mayor probabilidad existe de que haya cáncer de próstata.
  • Pruebas que buscan un cambio genético anormal llamado TMPRSS2: ERG en las células de la próstata de la orina que se obtiene después del DRE. Este cambio genético se encuentra en algunos cánceres de próstata, pero es infrecuente en las células de los hombres sin cáncer de próstata.
  • ExoDx Prostate (IntelliScore), o EPI, una prueba que examina los niveles de 3 biomarcadores en una muestra de orina para ayudar a determinar el riesgo de un hombre de tener cáncer de próstata agresivo (de alto grado)
  • ConfirmMDx es una prueba que identifica a ciertos genes en las células de una muestra de la próstata obtenida mediante biopsia

Probablemente estas pruebas no remplacen la prueba PSA en un futuro cercano, pero podrían ser útiles en ciertas situaciones. Por ejemplo, algunas de estas pruebas pueden ser útiles en hombres con un PSA ligeramente elevado, para ayudar a determinar si deben someterse a una biopsia de la próstata. Algunas de estas pruebas pueden ser más útiles en la determinación de si los hombres que ya han tenido una biopsia de la próstata que no encontró cáncer deben someterse a otra biopsia. Los médicos y los investigadores están intentando determinar la mejor manera de utilizar cada una de estas pruebas.

El diagnóstico

Los médicos que realizan biopsias de la próstata a menudo usan la ecografía transrectal (TRUS), que crea imágenes blancas y negras de la próstata usando ondas de sonido, para saber de dónde tomar las muestras. Sin embargo, la ecografía convencional puede pasar por alto algunas áreas que contienen cáncer. Existen varios enfoques más recientes para diagnosticar el cáncer de próstata.

  • Un enfoque mide el flujo sanguíneo dentro de la glándula usando una técnica llamada ecografía Doppler a color. (A menudo los tumores tienen más vasos sanguíneos a su alrededor que el tejido normal). Esta técnica podría tomar biopsias más precisas de la próstata ya que ayuda a asegurar que se obtengan muestras de la parte correcta de la glándula.
  • Una técnica más reciente puede mejorar aún más la ecografía Doppler a color. Al paciente se le inyecta primero con una sustancia de contraste que contiene microburbujas, lo que ayuda a mejorar las imágenes de ecografía. Se han reportado resultados preliminares que son prometedores, y se están realizando más investigaciones sobre esta técnica.
  • Otro enfoque combina las imágenes de MRI y TRUS  para ayudar a guiar las biopsias de la próstata, especialmente en los hombres que presentaron resultados negativos en biopsias guiadas con TRUS realizadas anteriormente, pero en quienes aún el médico sospeche que hay cáncer. Esta prueba, conocida como biopsia guiada por fusión de imágenes (MRI/TRUS)
Clasificación por etapas (estadificación)

Determinar la etapa (extensión) del cáncer de próstata desempeña un papel clave en conocer las opciones de tratamiento de un hombre. No obstante, los estudios por imágenes para el cáncer de próstata, tales como la CT y la MRI, no pueden detectar todas las áreas de cáncer, especialmente áreas pequeñas de cáncer en los ganglios linfáticos. Por lo tanto, los médicos están evaluando nuevos tipos de estudios por imágenes.

La MRI multiparamétrica puede utilizarse para ayudar a determinar cuánto se ha extendido el cáncer y cuán agresivo podría ser, lo que podría afectar las opciones de tratamiento del paciente. Para esta prueba, se hace una MRI para observar la anatomía de la próstata, y luego al menos otro tipo de MRI (como difusión por resonancia magnética [DWI], resonancia magnética dinámica con contraste [DCE] o espectroscopia por MR) para ver otros parámetros del tejido de la próstata. Los resultados de los diferentes estudios se comparan para ayudar a encontrar las áreas anormales.

Otro método, llamado MRI con contraste, puede ayudar a encontrar los ganglios linfáticos que contienen células cancerosas. Primero, a los pacientes se les hace una MRI convencional y luego se les inyecta partículas magnéticas diminutas, y se les hace otra MRI el próximo día. Las diferencias entre los dos MRI identifican las posibles células cancerosas en los ganglios linfáticos. Los resultados preliminares de esta técnica son prometedores, aunque se necesita más investigación antes de que se pueda usar ampliamente.

Las tomografías por emisión de positrones convencionales (PET) que utilizan un tipo de azúcar radiactivo (FDG) que se inyecta en el cuerpo, no son muy útiles para determinar la etapa del cáncer de próstata. Sin embargo, los nuevos tipos de PET  que utilizan sustancias distintas al FDG, como el fluoruro de sodio radiactivo, la fluciclovina, la colina o el acetato de carbono, pueden ser más útiles para detectar el cáncer de próstata en diferentes partes del cuerpo, y son  estudiadas actualmente.​ 

Tratamiento

Se están desarrollando tratamientos más nuevos, y se están logrando mejoras en muchos de los métodos convencionales para el tratamiento del cáncer de próstata.

Cirugía

Los médicos están mejorando constantemente las técnicas quirúrgicas utilizadas para tratar el cáncer de próstata. El objetivo es eliminar todo el cáncer al mismo tiempo que se reduce el riesgo de complicaciones y efectos secundarios de la cirugía.

Radioterapia

Como se describió en Radioterapia para el cáncer de próstata, los avances tecnológicos están haciendo posible que la radiación se dirija con más precisión que en el pasado. Los métodos actuales, como la radioterapia conformada (CRT), la radioterapia de intensidad modulada (IMRT) y la radiación con rayos de protones ayuda a los médicos a evitar irradiar los tejidos normales tanto como sea posible. Se espera que estos métodos aumenten la eficacia de la radioterapia a la vez que reduzcan los efectos secundarios.

La tecnología está logrando que otras formas de radioterapia también sean más eficaces. Los programas nuevos de computadora permiten a los médicos planear mejor las dosis de radiación y los métodos tanto de la radiación externa como de la braquiterapia. La planificación de la braquiterapia hoy día se puede hacer incluso durante el procedimiento (intraoperatoriamente).

Tratamientos recientes para cánceres en etapas iniciales

Los investigadores actualmente están buscando formas nuevas de tratamiento para el cáncer de próstata en etapa temprana. Estos tratamientos nuevos podrían ser usados como tratamiento de primera línea o después de administrar radioterapia que no haya dado buenos resultados.

Un tratamiento conocido como ultrasonido focalizado de alta intensidad (HIFU) destruye las células cancerosas al realizar un calentamiento intenso con rayos ultrasónicos. Este tratamiento se ha utilizado en algunos países por un tiempo, y está disponible actualmente en los Estados Unidos. Actualmente se está evaluando su seguridad y eficacia, aunque la mayoría de los médicos de los Estados Unidos considera que no ha probado ser  un tratamiento de primera línea para el cáncer de próstata.

Nutrición y cambios en el estilo de vida

Muchos estudios han analizado los posibles beneficios de nutrientes específicos (a menudo como suplementos) para ayudar a tratar el cáncer de próstata, aunque todavía ninguno ha probado claramente que sea beneficioso. Algunos compuestos en estudio incluyen extractos de granada, té verde, brócoli, cúrcuma, linaza y soya.

Un estudio encontró que los hombres que optan por no recibir tratamiento para el cáncer de próstata localizado pueden reducir el crecimiento de la enfermedad mediante cambios drásticos en el estilo de vida. En el estudio, los hombres llevaron una dieta vegetariana (sin comer carne, pescado, huevos, o productos lácteos) e hicieron ejercicios frecuentemente. Además, estos hombres participaron en grupos de apoyo y yoga. Después de un año, los hombres tuvieron en promedio una disminución ligera de sus niveles de PSA. Se desconoce si este efecto durará, ya que el informe sólo dio seguimiento a los hombres por un año. Además, es posible que el régimen sea difícil de seguir para algunos hombres.

Es importante que los hombres que estén considerando tomar cualquier tipo de suplemento nutricional, consulten primero con los miembros de su equipo de atención médica. Ellos pueden ayudarle a decidir cuáles puede utilizar con seguridad y evitar aquellos que puedan ser perjudiciales.

Terapia hormonal

En los últimos años se han desarrollado varias formas más nuevas de terapia hormonal. Algunas de estas pueden ser útiles cuando las formas convencionales de terapia hormonal ya no surten efecto.

Algunos ejemplos incluyen abiraterona (Zytiga), enzalutamida (Xtandi), y apalutamide (Erleada). En la actualidad, también se están estudiando otros medicamentos.

Los inhibidores de la 5-alfa reductasa, como la finasterida (Proscar) y dutasterida (Avodart), son medicamentos que bloquean la conversión de testosterona a la dihidrotestosterona más activa. Estos medicamentos se están estudiando para tratar el cáncer de próstata, ya sea como ayuda en la vigilancia activa, o si aumenta el nivel de PSA después de la prostatectomía.

Quimioterapia

Los estudios realizados recientemente indican que muchos medicamentos de quimioterapia pueden afectar al cáncer de próstata. Algunos de ellos, como docetaxel (Taxotere) y cabazitaxel (Jevtana), han demostrado ayudar a los hombres a vivir por más tiempo.

Los resultados de estudios extensos han mostrado que en los hombres con cáncer de próstata metastásico, administrar quimioterapia (docetaxel) más temprano en el curso de la enfermedad podría ayudarles a vivir por más tiempo.

Se están estudiando también otros medicamentos de quimioterapia nuevos y combinaciones de medicamentos.

Inmunoterapia

El objetivo de la inmunoterapia es estimular el sistema inmunitario del cuerpo para ayudar a combatir o destruir las células cancerosas.

Causas, factores de riesgo y prevención

Factores de riesgo

Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta su riesgo de padecer una enfermedad, como por ejemplo el cáncer. Los distintos tipos de cáncer tienen diferentes factores de riesgo. Algunos factores de riesgo, como el fumar, pueden cambiarse. Otros factores, como la edad o los antecedentes familiares, no se pueden cambiar.

Sin embargo, tener uno o incluso varios factores de riesgo no significa que usted padecerá la enfermedad. Muchas personas con uno o más factores de riesgo nunca padecen cáncer, mientras que otras que padecen la enfermedad puede que hayan tenido pocos factores de riesgo conocidos o ninguno de éstos.

Los investigadores han descubierto varios factores de riesgo que pueden afectar el riesgo de que un hombre padezca cáncer de próstata.

Edad

Es poco común que el cáncer de próstata afecte a los hombres menores de 40 años, pero la probabilidad de padecer cáncer de próstata aumenta rápidamente después de los 50 años. Alrededor de 6 de 10 casos de cáncer de próstata se detectan en hombres mayores de 65 años.

Raza/grupo étnico

El cáncer de próstata ocurre con más frecuencia en los hombres de raza negra y en hombres del Caribe con ascendencia africana que en los hombres de otras razas. Y cuando se desarrolla en estos hombres, ellos tienden a ser más jóvenes. El cáncer de próstata ocurre con menos frecuencia en los hombres estadounidenses de raza oriental y en los hispanos/latinos que en los hombres blancos que no son de origen hispano. No están claras las razones de estas diferencias raciales y étnicas.

Geografía

El cáncer de próstata es más común en Norteamérica y en la región noroeste de Europa, Australia, y en las islas del Caribe. Es menos común en Asia, África, Centroamérica y Sudamérica.

Las razones de esto no están claras. Es probable que el uso más intenso de pruebas de detección para el cáncer de próstata en algunos países desarrollados sea responsable por lo menos en parte de esta diferencia, pero también es probable que otros factores sean importantes, como diferencias en el estilo de vida (alimentación, etc.). 

Antecedentes familiares

Parece ser que el cáncer de próstata afecta más a algunas familias, lo cual sugiere que en algunos casos puede haber un factor hereditario o genético. Aun así, la mayoría de los cánceres de próstata ocurre en hombres que no tienen antecedentes familiares de este cáncer.

Si el padre o el hermano de un hombre padecen cáncer de próstata, se duplica el riesgo de que este hombre padezca la enfermedad. (El riesgo es mayor para los hombres que tienen un hermano con la enfermedad que para aquellos con un padre que tiene este cáncer). Asimismo, el riesgo es mucho mayor en el caso de los hombres que tienen varios familiares afectados, particularmente si tales familiares eran jóvenes cuando se les encontró el cáncer.

Cambios genéticos

Varios cambios genéticos heredados (mutaciones) parecen aumentar el riesgo de padecer cáncer de próstata, pero probablemente son solo responsables de un pequeño porcentaje de casos en general. Por ejemplo:

  • Las mutaciones hereditarias de los genes BRCA1 o BRCA2.
  • Los hombres con el síndrome de Lynch (también conocido como cáncer colorrectal hereditario sin poliposis o HNPCC).

Otros cambios genéticos hereditarios también pueden aumentar el riesgo de un hombre de padecer cáncer de próstata. Para más información sobre algunos de estos cambios genéticos.

Factores con menos efecto claro en el riesgo de cáncer de próstata

Alimentación

La función exacta que desempeña la alimentación en el desarrollo del cáncer de próstata no está clara, aunque se han estudiado varios factores.

Los hombres que consumen muchos productos lácteos parecen tener una probabilidad ligeramente mayor de desarrollar cáncer de próstata.

Algunos estudios han sugerido que los hombres que consumen una gran cantidad de calcio (proveniente de alimentos o suplementos) pueden tener un mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Sin embargo, la mayoría de los estudios no ha encontrado tal asociación con los niveles de calcio encontrados en una dieta promedio. Además, es importante indicar que es bien sabido que el calcio proporciona otros beneficios importantes para la salud.

Obesidad

La obesidad (mucho sobrepeso) no parece aumentar el riesgo general de padecer cáncer de próstata.

Sin embargo, algunos estudios han revelado que los hombres obesos tienen un menor riesgo de una forma de la enfermedad de bajo grado (crecimiento más lento), pero un mayor riesgo de un cáncer de próstata más agresivo (crecimiento más rápido). Las razones de esto no están claras.

Algunos estudios también han encontrado que los hombres obesos pueden tener un mayor riesgo de padecer cáncer de próstata avanzado y de morir a causa de esta enfermedad, pero no todos los estudios han encontrado este vínculo.

Tabaquismo

La mayoría de los estudios no ha encontrado un vínculo entre el hábito de fumar y el cáncer de próstata. Algunas investigaciones han vinculado el fumar con un posible aumento pequeño en el riesgo de morir a causa de cáncer de próstata, aunque este hallazgo necesita ser confirmado por otros estudios.

Exposiciones a sustancias químicas

Cierta evidencia indica que los bomberos pueden estar expuestos a sustancias químicas que pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de próstata.

Algunos estudios han sugerido un posible vínculo entre la exposición al agente naranja, un producto químico ampliamente utilizado durante la guerra de Vietnam y el riesgo de cáncer de próstata, aunque no todos los estudios han encontrado tal vínculo. La Academia Nacional de Medicina considera que hay “evidencia limitada/sugestiva” de un vínculo entre la exposición al agente naranja y el cáncer de próstata. 

Inflamación de la próstata

Algunos estudios han sugerido que la prostatitis (inflamación de la glándula prostática) puede estar asociada a un riesgo aumentado de cáncer de próstata, aunque otros estudios no han encontrado tal asociación. A menudo, la inflamación se observa en las muestras del tejido de la próstata que también contiene cáncer. La asociación entre los dos no está clara, y es un área activa de investigación.

Infecciones de transmisión sexual

Los investigadores han estudiado si las infecciones de transmisión sexual (como gonorrea o clamidia) podrían aumentar el riesgo de cáncer de próstata, porque pueden causar inflamación de la próstata. Hasta el momento, los estudios no han concordado, y no se han logrado conclusiones sólidas.

Vasectomía

Algunos estudios han sugerido que los hombres que se han sometido a una vasectomía (cirugía menor para volverse estériles) presentan un riesgo ligeramente mayor de cáncer de próstata, aunque otros estudios no han encontrado esto. Se sigue realizando investigación sobre este posible vínculo.

¿Qué causa el cáncer de próstata?

Los investigadores desconocen exactamente qué causa el cáncer de próstata. Sin embargo, los investigadores han encontrado algunos factores de riesgo y han logrado avanzar en el entendimiento de cómo estos factores pudieran causar que las células de la glándula prostática se conviertan en células cancerosas.

En términos generales, el cáncer de próstata es causado por cambios en el ADN de una célula normal de la próstata. El ADN es el químico en nuestras células que conforma nuestros genes, y que controla cómo funcionan nuestras células. Por lo general, nos asemejamos a nuestros padres porque de ellos proviene nuestro ADN. Sin embargo, el ADN afecta algo más que solo nuestra apariencia.

Algunos genes controlan cuándo crecen nuestras células, cuándo se dividen para formar nuevas células y cuándo mueren:

  • A ciertos genes que ayudan a las células a crecer, dividirse y a mantenerse vivas se les denominan oncogenes.
  • Los genes que normalmente mantienen el control del crecimiento celular reparan los errores en el ADN, o que provocan que las células mueran en el momento oportuno se llaman genes supresores de tumores.

El cáncer puede ser causado por mutaciones en el ADN (u otros tipos de cambios) que mantienen activados a los oncogenes, o que desactivan los genes supresores de tumores. Estos tipos de cambios genéticos  pueden propiciar que las células crezcan fuera de control.

Los cambios en el ADN pueden ser heredados de uno de los padres o pueden ser adquiridos durante la vida de una persona.

Mutaciones genéticas hereditarias

Algunas mutaciones genéticas pueden ser transmitidas de una generación a otra (hereditarias), y se encuentran en todas las células del cuerpo. Se cree que los cambios genéticos heredados desempeñan un papel en aproximadamente el 10% de los cánceres de próstata. El cáncer causado por genes hereditarios se denomina cáncer hereditario. Varios genes mutados heredados han sido vinculados al cáncer de próstata hereditario, incluyendo:

  • BRCA1 y BRCA2: estos genes supresores de tumores normalmente ayudan a reparar errores en el ADN de una célula (o provocan que la célula muera si el error no se puede corregir). Las mutaciones hereditarias en estos genes causan más comúnmente cáncer de seno y de ovario en las mujeres. Sin embargo, los cambios en estos genes (especialmente BRCA2) también son responsables de un pequeño número de cánceres de próstata.
  • CHEK2ATMPALB2, y RAD51D: las mutaciones en estos otros genes de la reparación del ADN también podrían ser responsables de algunos cánceres de próstata hereditarios.
  • Genes de reparación de discordancias de ADN (como MSH2MSH6MLH1, y PMS2): estos genes normalmente ayudan a corregir errores (discordancias) en el ADN que se pueden cometer cuando una célula se está preparando para dividirse en dos nuevas células. (Las células deben hacer una copia nueva de su ADN cada vez que se dividen). Los hombres con mutaciones hereditarias en uno de estos genes tienen una condición conocida como síndrome de Lynch (también conocida como cáncer colorrectal hereditario sin poliposis [HNPCC]), y tienen un mayor riesgo de padecer cáncer colorrectal, próstata y otros tipos de cáncer.
  • RNASEL (anteriormente HPC1): la función normal de este gen supresor de tumores consiste en ayudar a las células a morir cuando algo anda mal en su interior. Las mutaciones hereditarias en este gen podrían permitir que las células anormales vivan más tiempo de lo que deberían, lo que puede dar lugar a un mayor riesgo de cáncer de próstata.
  • HOXB13: este gen es importante en el desarrollo de la glándula prostática. Las mutaciones en este gen han sido vinculadas al comienzo temprano del cáncer de próstata (cáncer de próstata diagnosticado a una edad temprana) que tiende a darse en algunas familias. Afortunadamente, esta mutación es poco común.

Otras mutaciones genéticas hereditarias pueden ser responsables de algunos tipos de cáncer de próstata hereditarios, y se están realizando investigaciones para encontrar estos genes.

Mutaciones genéticas adquiridas

Algunos genes mutan durante la vida de una persona, y la mutación no es trasmitida a los hijos. Estos cambios se detectan solamente en las células que provienen de la célula original que mutó. A estas se les denominan mutaciones adquiridas. La mayoría de las mutaciones genéticas relacionadas con el cáncer de próstata no parecen ser hereditarias, sino que se forman durante el transcurso de la vida de un hombre.

Cada vez que una célula se prepara para dividirse en dos nuevas células debe copiar su ADN. Este proceso no es perfecto y algunas veces ocurren errores, lo que deja al ADN con defectos en la célula nueva. No está claro con qué frecuencia estos cambios del ADN se deben a eventos aleatorios, ni con qué frecuencia son influenciados por otros factores (como alimentación, niveles hormonales, etc.). En general, entre más rápido las células de la próstata crezcan y se dividan, mayores serán las probabilidades de que ocurran las mutaciones. Por lo tanto, cualquier cosa que acelere este proceso puede hacer que el cáncer de próstata sea más probable.

Por ejemplo, los andrógenos (hormonas masculinas), como la testosterona, promueven el crecimiento celular prostático. Tener niveles más altos de andrógenos puede contribuir al riesgo de cáncer de próstata en algunos hombres.

Algunas investigaciones han descubierto que los hombres que presentan altos niveles de otra hormona, el factor de crecimiento análogo a la insulina -1 (IGF1), tienen más probabilidades de padecer cáncer de próstata. Sin embargo, otros estudios no han encontrado tal asociación. Se necesita más investigación para comprender estos hallazgos.

Como se indicó en Factores de riesgo para el cáncer de próstata, algunos estudios han revelado que la inflamación en la próstata puede estar relacionada con el cáncer de próstata. Una teoría consiste en que la inflamación puede ocasionar  daño del ADN de la célula, lo que pudiera contribuir a que una célula normal se convierta en cancerosa. Aún se necesita investigar más al respecto.

La exposición a la radiación o a las sustancias químicas cancerígenas puede causar mutaciones en el ADN de muchos órganos, pero hasta el momento no se ha demostrado que estos factores sean causas importantes de mutaciones en las células de la próstata.

Clasificación por etapas (estadificación)

Determinar la etapa (extensión) del cáncer de próstata desempeña un papel clave en conocer las opciones de tratamiento de un hombre. No obstante, los estudios por imágenes para el cáncer de próstata, tales como la CT y la MRI, no pueden detectar todas las áreas de cáncer, especialmente áreas pequeñas de cáncer en los ganglios linfáticos. Por lo tanto, los médicos están evaluando nuevos tipos de estudios por imágenes.

La MRI multiparamétrica puede utilizarse para ayudar a determinar cuánto se ha extendido el cáncer y cuán agresivo podría ser, lo que podría afectar las opciones de tratamiento del paciente. Para esta prueba, se hace una MRI para observar la anatomía de la próstata, y luego al menos otro tipo de MRI (como difusión por resonancia magnética [DWI], resonancia magnética dinámica con contraste [DCE] o espectroscopia por MR) para ver otros parámetros del tejido de la próstata. Los resultados de los diferentes estudios se comparan para ayudar a encontrar las áreas anormales.

Otro método, llamado MRI con contraste, puede ayudar a encontrar los ganglios linfáticos que contienen células cancerosas. Primero, a los pacientes se les hace una MRI convencional y luego se les inyecta partículas magnéticas diminutas, y se les hace otra MRI el próximo día. Las diferencias entre los dos MRI identifican las posibles células cancerosas en los ganglios linfáticos. Los resultados preliminares de esta técnica son prometedores, aunque se necesita más investigación antes de que se pueda usar ampliamente.

Las tomografías por emisión de positrones convencionales (PET) que utilizan un tipo de azúcar radiactivo (FDG) que se inyecta en el cuerpo, no son muy útiles para determinar la etapa del cáncer de próstata. Sin embargo, los nuevos tipos de PET  que utilizan sustancias distintas al FDG, como el fluoruro de sodio radiactivo, la fluciclovina, la colina o el acetato de carbono, pueden ser más útiles para detectar el cáncer de próstata en diferentes partes del cuerpo, y son  estudiadas actualmente.​ 

Detección temprana, diagnóstico y clasificación por etapas

¿Se puede descubrir el cáncer de próstata en sus comienzos?

Las pruebas de detección tienen el objetivo de descubrir cáncer antes de que se presente algún síntoma. Para algunos tipos de cáncer, las pruebas de detección pueden ayudar a encontrar cánceres en una etapa inicial cuando probablemente sean más fáciles de tratar.

Frecuentemente se puede encontrar el cáncer de próstata en sus comienzos mediante el análisis del antígeno prostático específico (PSA) en la sangre de un hombre. El examen mediante tacto rectal (examen digital del recto, DRE) es otra manera de encontrar temprano el cáncer de próstata. Para este examen, su médico introduce en el recto un dedo cubierto con un guante lubricado para palpar la glándula de la próstata. 

Si los resultados de estas pruebas son anormales, a menudo se realizan pruebas adicionales (como una biopsia de la próstata) para saber si un hombre tiene cáncer.

Pruebas de detección para el cáncer de próstata

Las pruebas de detección tienen el objetivo de descubrir cáncer antes de que se presente algún síntoma. Sin embargo, no está claro si los beneficios de la detección del cáncer de próstata superan los riesgos para la mayoría de los hombres. Sin embargo, después de consultar con sus doctores las ventajas y las desventajas de las pruebas de detección, algunos hombres podrían razonablemente optar por hacerse las pruebas.

Las pruebas de detección que se discuten a continuación se usan para saber si hay posibles signos de cáncer de próstata. Sin embargo, estas pruebas no pueden indicar por seguro si usted tiene cáncer. Si el resultado de una de estas pruebas es anormal, es probable que usted necesite una biopsia de la próstata.

Prueba sanguínea del antígeno prostático específico (PSA)

El antígeno prostático específico (PSA) es una proteína producida por las células en la glándula prostática (es producida por células normales y cancerosas). El PSA se encuentra principalmente en el semen, aunque también se puede encontrar en pequeñas cantidades en la sangre.

El nivel de PSA en sangre se mide en unidades llamadas nanogramos por mililitro (ng/mL). La probabilidad de tener cáncer de próstata aumenta a medida que el nivel de PSA sube, pero no hay un valor límite establecido que pueda indicar con certeza si un hombre tiene o no tiene cáncer de próstata. Muchos médicos usan un valor límite de PSA de 4 ng/mL o superior al decidir si un hombre podría necesitar más pruebas, mientras que otros podrían recomendarlo comenzando en un nivel inferior, como 2.5 o 3. 

  • La mayoría de los hombres sin cáncer de próstata tiene niveles de PSA menores a 4 ng/mL de sangre. Cuando se forma el cáncer de próstata, el nivel de PSA a menudo aumenta a más de 4. Sin embargo, un nivel por debajo de 4 no garantiza que un hombre no tenga cáncer. Alrededor del 15% de los hombres que tienen un PSA menor de 4 presentará cáncer de próstata si se hace una biopsia.
  • Los hombres con un nivel de PSA de 4 a 10 tienen (a menudo llamado “intervalo límite”) tienen una probabilidad de 1 en 4 de padecer cáncer de próstata. 
  • Si el PSA es mayor de 10, la probabilidad de tener cáncer de próstata es de más de 50%.

Si el nivel de PSA es alto, es posible que necesite más pruebas para detectar cáncer de próstata (consulte “¿Qué sucede si los resultados de las pruebas de detección no son normales?”, a continuación).

Factores que pueden afectar los niveles de PSA

Una razón por la que es difícil usar un valor límite establecido con la prueba de PSA en la detección del cáncer de próstata es que un número de factores que no sean cáncer también puede afectar los niveles de PSA.

Algunos factores que pueden aumentar los niveles de PSA son:

  • Una próstata agrandada: afecciones como la hiperplasia prostática benigna (BPH), un agrandamiento no canceroso de la próstata que afecta a muchos hombres a medida que envejecen, pueden aumentar los niveles de PSA.
  • Edad mayor: los niveles de PSA normalmente aumentan con lentitud a medida que usted envejece, aunque no tenga anomalía en la próstata.
  • Prostatitis: una infección o inflamación de la glándula prostática que puede aumentar los niveles de PSA.
  • Eyaculación: esto puede causar un aumento en el nivel de PSA por un periodo de tiempo breve. Por esta razón, algunos médicos sugieren que los hombres se abstengan de eyacular uno o dos días antes de la prueba.
  • Montar en bicicleta: algunos estudios han sugerido que montar en bicicleta puede aumentar los niveles de PSA por poco tiempo (posiblemente porque el asiento ejerce presión en la próstata), aunque no todos los estudios concuerdan con esto.
  • Ciertos procedimientos urológicos: algunos procedimientos que se realizan en el consultorio médico y que afectan a la próstata, como una biopsia de la próstata o una cistoscopia pueden aumentar los niveles de PSA por poco tiempo. Por otro lado, algunos estudios han sugerido que el tacto rectal (DRE) podría aumentar ligeramente los niveles de PSA, aunque otros estudios no han confirmado esto. A pesar de esto, si se hace una prueba PSA y un DRE durante la visita al médico, algunos médicos recomiendan extraer la sangre para la prueba PSA antes de hacer el DRE, por si acaso.
  • Ciertos medicamentos: tomar hormonas masculinas, como testosterona (u otros medicamentos que aumentan el nivel de testosterona) puede causar un aumento en los niveles de PSA.

Algunas cosas pueden reducir los niveles de PSA (aun cuando el hombre tiene cáncer):

  • Inhibidores de la 5-alfa reductasa: ciertas medicinas usadas para tratar la hiperplasia prostática benigna o síntomas urinarios, como finasterida (Proscar o Propecia) o dutasterida (Avodart) pueden reducir los niveles de PSA. Informe a su médico si está tomando uno de estos medicamentos. Debido a que pueden reducir los niveles de PSA, el médico tal vez necesite tomar medidas para corregir esto.
  • Mezclas de hierbas: algunas mezclas de hierbas que son vendidas como suplemento alimenticio podrían ocultar un alto nivel de PSA. Por esta razón, es importante que le informe a su médico si está tomando cualquier tipo de suplemento, incluyendo aquellos que no necesariamente sean para la salud de la próstata. El saw palmetto (una hierba usada por algunos hombres para tratar la BPH) no parece afectar el PSA.
  • Algunos otros medicamentos: algunas investigaciones han sugerido que el uso prolongado de ciertos medicamentos, como la aspirina, las estatinas (medicamentos para reducir el colesterol) y los diuréticos tiazídicos (como hidroclorotiazida) podría disminuir los niveles de PSA. Se necesitan más investigaciones para confirmar estos hallazgos. Si usted toma cualquiera de estos medicamentos de forma habitual, consulte con su médico antes de suspender el consumo por cualquier motivo.

No está del todo claro si bajar los niveles de PSA sea útil en aquellos hombres que pudiesen someterse a prueba de detección para el cáncer de próstata. En algunos casos, el factor que reduce el nivel de PSA también puede disminuir el riesgo de padecer cáncer de próstata. Pero en otros casos, el factor que reduce el PSA puede no afectar el riesgo de padecer cáncer de próstata. Esto podría incluso ser perjudicial, ya que el reducir el PSA de un nivel anormal a un nivel normal podría ocasionar que un cáncer no sea detectado. Por esta razón, es importante que converse con su doctor sobre cualquier factor que pueda afectar su nivel de PSA.

Examen digital del recto (tacto rectal)

Para este examen, el médico introduce un dedo cubierto con un guante lubricado en el recto a fin de palpar cualquier abultamiento o área firme en la próstata que podría ser cáncer. Como se muestra en la imagen que sigue, la próstata se encuentra justo delante del recto. A menudo, los cánceres de próstata comienzan en la parte posterior de la glándula y a veces pueden palparse durante el tacto rectal. Este examen puede ser incómodo (especialmente para los hombres que tienen hemorroides), pero generalmente no es doloroso y sólo toma poco tiempo realizarlo.

 

color illustration showing the prostate and surrounding area (including the location of the urethra, penis, scrotum, rectum, bladder and seminal vesicle)

 

El tacto rectal es menos eficaz que la prueba de PSA en sangre para detectar cáncer de próstata, pero algunas veces puede ayudar a detectar tumores cancerosos en hombres con niveles normales de PSA. Por esta razón, puede ser incluido como parte de las pruebas de detección precoz del cáncer de próstata.

¿Qué sucede si los resultados del examen no son normales?

Si usted se somete a las pruebas de detección para el cáncer de próstata y su nivel inicial de PSA en sangre es más alto de lo normal, esto no necesariamente significa que usted tenga cáncer de próstata. Muchos hombres con niveles de PSA más altos de lo normal no tienen cáncer. Aun así, se necesitarán más pruebas para ayudar a averiguar lo que está sucediendo. Su médico puede recomendar una de estas opciones:

  • Esperar un tiempo y solicitar una segunda prueba de PSA
  • Hacer otro tipo de prueba para tener una mejor idea de si usted pudiera tener cáncer (y por lo tanto, debería hacerse una biopsia de próstata)
  • Hacer una biopsia de la próstata para saber si usted tiene cáncer

Es importante que consulte con su médico sus opciones, incluyendo sus posibles ventajas y desventajas, para ayudar a elegir una con el que se sienta cómodo. Los factores que pueden afectar cuál opción es mejor para usted incluyen: 

  • Su edad y estado general de salud
  • La probabilidad de que usted tenga cáncer de próstata (basado en pruebas realizadas hasta el momento)
  • Su propio nivel de comodidad con la espera o con tener que hacerse más pruebas

Si su médico solicitó la prueba inicial de PSA, es posible que le pidan que consulte a urólogo (un médico que trata los cánceres del tracto genital y urinario, que incluye la glándula prostática) sobre este asunto o para realizar más pruebas.

Repetir la prueba de PSA

El nivel de PSA en sangre de un hombre puede variar con el tiempo (por varias razones), por lo que algunos médicos recomiendan repetir la prueba después de alrededor de un mes, si el resultado inicial del PSA es anormal. Esto es más probable que sea una opción razonable si el nivel de PSA está en el extremo inferior del límite (típicamente 4 a 7 ng/mL). Para los niveles más altos de PSA, los médicos suelen recomendar hacer otras pruebas, o proceder directamente a una biopsia de próstata.

Biopsia de próstata

Para algunos hombres, hacer una biopsia de próstata podría ser la mejor opción, especialmente si el nivel inicial de PSA es alto. Una biopsia es un procedimiento para extraer pequeñas muestras de la próstata y luego examinarlas al microscopio. Esta prueba es la única forma de saber con seguridad si un hombre tiene cáncer de próstata. Si se encuentra cáncer de próstata en una biopsia, este examen también puede ayudar a indicar cuán probable es que el cáncer crezca y se propague rápidamente. 

Signos y síntomas del cáncer de próstata

La mayoría de los cánceres de próstata se descubren a tiempo, a través de la detección. Por lo general, el cáncer de próstata en etapa inicial no causa síntomas. Los cánceres de próstata más avanzados a veces pueden causar síntomas, como:

  • Problemas al orinar, incluyendo un flujo urinario lento o debilitado o necesidad de orinar con más frecuencia, especialmente de noche
  • Sangre en la orina o el semen
  • Dificultad para lograr una erección (disfunción eréctil)
  • Dolor en las caderas, la espalda (columna vertebral), el tórax (costillas) u otras áreas debido a que el cáncer que se ha propagado a los huesos
  • Debilidad o adormecimiento de las piernas o los pies, o incluso pérdida del control de la vejiga o los intestinos debido a que el cáncer comprime la médula espinal

Es más probable que la mayoría de estos problemas sean por causa distinta al cáncer de próstata. Por ejemplo, la hiperplasia prostática benigna (un crecimiento no canceroso de la próstata) causa dificultad para orinar con mucha más frecuencia que el cáncer. Aun así, resulta importante que usted le informe a su médico si presenta cualquiera de estos síntomas para que la causa se encuentre y se trate, de ser necesario. Algunos hombres podrían necesitar más pruebas para comprobar si hay cáncer de próstata.

Clasificación por etapas (estadificación)

Determinar la etapa (extensión) del cáncer de próstata desempeña un papel clave en conocer las opciones de tratamiento de un hombre. No obstante, los estudios por imágenes para el cáncer de próstata, tales como la CT y la MRI, no pueden detectar todas las áreas de cáncer, especialmente áreas pequeñas de cáncer en los ganglios linfáticos. Por lo tanto, los médicos están evaluando nuevos tipos de estudios por imágenes.

La MRI multiparamétrica puede utilizarse para ayudar a determinar cuánto se ha extendido el cáncer y cuán agresivo podría ser, lo que podría afectar las opciones de tratamiento del paciente. Para esta prueba, se hace una MRI para observar la anatomía de la próstata, y luego al menos otro tipo de MRI (como difusión por resonancia magnética [DWI], resonancia magnética dinámica con contraste [DCE] o espectroscopia por MR) para ver otros parámetros del tejido de la próstata. Los resultados de los diferentes estudios se comparan para ayudar a encontrar las áreas anormales.

Otro método, llamado MRI con contraste, puede ayudar a encontrar los ganglios linfáticos que contienen células cancerosas. Primero, a los pacientes se les hace una MRI convencional y luego se les inyecta partículas magnéticas diminutas, y se les hace otra MRI el próximo día. Las diferencias entre los dos MRI identifican las posibles células cancerosas en los ganglios linfáticos. Los resultados preliminares de esta técnica son prometedores, aunque se necesita más investigación antes de que se pueda usar ampliamente.

Las tomografías por emisión de positrones convencionales (PET) que utilizan un tipo de azúcar radiactivo (FDG) que se inyecta en el cuerpo, no son muy útiles para determinar la etapa del cáncer de próstata. Sin embargo, los nuevos tipos de PET  que utilizan sustancias distintas al FDG, como el fluoruro de sodio radiactivo, la fluciclovina, la colina o el acetato de carbono, pueden ser más útiles para detectar el cáncer de próstata en diferentes partes del cuerpo, y son  estudiadas actualmente.​ 

Preguntas que deben formularse acerca del cáncer de próstata

En el momento en que le informan que tiene cáncer de próstata
  • ¿Cuáles son las probabilidades de que el cáncer se haya propagado más allá de mi próstata? De ser así, ¿continúa siendo curable?
  • ¿Necesito otras pruebas antes de decidir sobre el tratamiento?
  • ¿Debo consultar a otros médicos antes de decidir el tratamiento?
  • ¿Cuál es la etapa clínica y el grado (puntuación de Gleason o grupo de grado) de mi cáncer? ¿Qué implicaciones tiene eso en mi caso?
  • Si me preocupan los gastos y la cobertura del seguro para mi diagnóstico y tratamiento, ¿Quién me puede ayudar?
Al momento de decidir un plan de tratamiento
  • ¿Qué probabilidad hay de que mi cáncer cause problemas si no recibo tratamiento de inmediato?
  • ¿Debo considerar la espera en observación o la vigilancia activa como una opción? ¿Por qué sí o por qué no?
  • ¿Recomienda una prostatectomía radical o radioterapia? ¿Por qué sí o por qué no?
  • ¿Es la prostatectomía laparoscópica o asistida por robot una opción para mí?
  • ¿Qué tipos de radioterapias podrían ser más eficaces en mi caso?
  • ¿Qué otro tratamiento(s) pueden ser apropiado para mí? ¿Por qué?
  • ¿Reúno los requisitos para participar en algún estudio clínico?
  • ¿Qué riesgos o efectos secundarios debo esperar de mis opciones de tratamiento?
  • ¿Cuáles son las probabilidades de que tenga problemas de incontinencia o impotencia?
  • ¿Cuáles son las probabilidades de que tenga otros problemas urinarios o rectales?
  • Si estos efectos secundarios ocurren, ¿son tratables?
  • ¿Cuán pronto debo decidir el tratamiento?
  • ¿Qué debo hacer para prepararme para el tratamiento?
  • ¿Cuánto tiempo durará el tratamiento? ¿Cómo será la experiencia del tratamiento? ¿Dónde se llevará a cabo el tratamiento?
  • ¿Cómo afectaría el tratamiento mis actividades diarias?
  • ¿Qué probabilidades hay de que regrese mi cáncer con los planes de tratamiento que hemos discutido? ¿Cuál sería nuestro próximo paso si esto ocurre?
Durante el tratamiento

Una vez que se inicie el tratamiento, pregunte qué esperar y a qué prestar atención. Puede que no todas estas preguntas sean pertinentes a su situación. No obstante, puede ser útil formular las preguntas que sí sean relevantes para usted.

  • ¿Cómo se sabe si el tratamiento está funcionando?
  • ¿Hay algo que pueda hacer para ayudar a manejar los efectos secundarios?
  • ¿Qué síntomas o efectos secundarios debo notificarle inmediatamente?
  • ¿Cómo puedo comunicarme con usted o un miembro de su equipo durante las noches, días festivos o fines de semana?
  • ¿Necesito cambiar mi alimentación durante el tratamiento?
  • ¿Hay  actividades que no deba hacer?
  • ¿Conoce algún grupo de apoyo local o en línea para hablar con otras personas que hayan pasado por esto?
  • ¿Puede sugerirme a un profesional de la salud mental que pueda consultar si empiezo a sentirme abrumado, deprimido o afligido?
Después del tratamiento
  • ¿Hay  actividades que no deba hacer?
  • ¿A cuáles síntomas debo prestar atención?
  • ¿Puedo hacer ejercicios o debo seguir una dieta especial?
  • ¿Con qué frecuencia necesitaré exámenes y pruebas de seguimiento? ¿Qué pruebas necesitaré?
  • ¿Cómo sabemos si el cáncer ha regresado? ¿A qué debo prestar atención?
  • ¿Cuáles serán mis opciones si el cáncer regresa?

Además de estos ejemplos, asegúrese de escribir algunas preguntas que usted desee hacer. Por ejemplo, es posible que desee preguntar sobre los tiempos de recuperación para que pueda planear su programa de trabajo o actividades. Si aún quiere tener hijos, tal vez desee preguntar si existe la posibilidad de que se vuelva impotente o estéril.

Recuerde que los médicos no son los únicos que pueden proporcionarle información. Otros profesionales de la atención médica, como enfermeras y trabajadores sociales, pueden responder a algunas de sus preguntas. Usted puede encontrar más información sobre cómo comunicarse con el equipo de profesionales que atiende su salud en La relación entre el médico y el paciente.

Tratamiento del cáncer de próstata

Observación o vigilancia activa para el cáncer de próstata
  • Los términos vigilancia activa y observación tienen significados un tanto diferentes:

    • La vigilancia activa se refiere a la supervisión minuciosa del cáncer. Por lo general, esto incluye una visita al médico con una prueba de sangre para detectar el antígeno prostático específico (PSA) alrededor de cada 6 meses y un examen mediante tacto rectal al menos una vez al año. Además, es posible que se hagan biopsias de la próstata y estudios por imágenes cada 1 a 3 años. Si los resultados de la prueba cambian, entonces su médico hablará con usted sobre las opciones de tratamiento para intentar curar el cáncer.
    • Por otro lado, la observación (espera en observación) se usa algunas veces para describir un tipo de seguimiento menos intensivo que pudiera requerir menos pruebas y confiar más en los cambios de los síntomas de un hombre para decidir si el tratamiento es necesario. Este tratamiento está destinado con mayor frecuencia a controlar los síntomas del cáncer, pero no a curarlo.  
¿Cuándo se usan estas opciones?
  • Se puede recomendar uno de estos métodos si el cáncer:

    • No está causando ningún síntoma
    • Se espera que su crecimiento sea lento (de acuerdo con la puntuación de Gleason)
    • Es pequeño
    • Solo se encuentra en la próstata
    • Se asocia con un nivel bajo de PSA (<10ng/ml)

    Estos métodos probablemente no sean buenas opciones si usted tiene un cáncer de rápido crecimiento (por ejemplo, un cáncer con una alta puntuación de Gleason) o si es probable que el cáncer se haya propagado fuera de la próstata (según los niveles de PSA). Resulta menos probable que a los hombres jóvenes y saludables se les ofrezca la observación, debido a que el cáncer puede convertirse en un problema durante los próximos 20 o 30 años.

    La observación y la vigilancia activa son opciones razonables para algunos hombres con cánceres de crecimiento lento, ya que se desconoce si tratar el cáncer con cirugía o radiación realmente les ayudará a vivir más tiempo. En la vigilancia activa, solo se tratan los hombres cuyos cánceres están creciendo (y por lo tanto tienen una forma más grave de cáncer). Para algunos hombres, estos tratamientos tienen riesgos y efectos secundarios que pueden superar sus beneficios. Otros hombres no se sienten cómodos con la observación o la vigilancia activa porque el cáncer podría crecer y propagarse limitando las opciones de tratamiento y la posibilidad de tratar el cáncer exitosamente. Algunos hombres aceptan los posibles efectos secundarios de los tratamientos con el fin de intentar remover o destruir el cáncer.

Observación o vigilancia activa frente al tratamiento

Se han realizado varios estudios extensos que comparan la observación (espera en observación) (aquella en la que los hombres solo eran tratados si presentaban síntomas a causa del cáncer) y la cirugía para el cáncer de próstata en etapa inicial. Sin embargo, la evidencia que presentan estos estudios ha sido ambivalente. Algunos estudios han encontrado que los hombres que se someten a cirugía podrían vivir más tiempo, mientras que otros no han encontrado una diferencia en la supervivencia.

Hasta el momento pocos estudios abarcadores ha comparado la vigilancia activa con otros tratamientos, como cirugía o radioterapia. Los hombres que se someten a cirugía o radiación no parecen vivir más tiempo que aquellos que se someten a vigilancia activa, pero sus cánceres podrían desaparecer por más tiempo y propagarse menos.

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